Testimonios documentales cristianos sobre Jesús.(II)
4.- Los Evangelios.
Constituyen el primer conjunto de escritos del Nuevo Testamento, al que vamos a prestar atención, pues son los textos que más información contienen sobre la persona de Jesús. No son, cronológicamente, los escritos más antiguos del Nuevo Testamento, como ya has estudiado. Otros escritos, como las Cartas de San Pablo , son muy anteriores. Los evangelios, sin embargo, contienen informaciones decisivas y amplias sobre Jesús, por eso los estudiaremos en primer lugar.
La palabra evangelio tiene dos significados posibles. Uno es el que aparece en expresiones como: «los misioneros cristianos anuncian el evangelio en tierras paganas», «los habitantes de tal región abrazaron el evangelio»; otro significado es el que encuentras en expresiones como: «los evangelios hablan de Jesús», aleyeron el evangelio de Marcos». Observarás que en el primero de estos sentidos la palabra evangelio equivale a «fe cristiana» o «mensaje cristiano»; el segundo, en cambio, se refiere a los textos escritos, libros, que relatan lo que hizo o dijo Jesús.
Los evangelios que hablan de Jesús y que provienen del siglo I son cuatro. Se los conoce con el nombre de los autores a los que se les atribuye: Evangelio de Mateo, Evangelio de Marcos, Evangelio de Lucas y Evangelio de Juan.
Los evangelios una historia de Jesús?
Los evangelios no pretenden narrar la «historia de Jesús», es decir, escribir su biografía.
El simple hecho de que los evangelios hayan sido escritos por cristianos-lo que es evidente-, que confiesan que Jesús es el Mesías y el Hijo de Dios, y que hayan sido escritos para cristianos, es decir, que sus destinatarios sean cristianos o que están en trance de hacerse cristianos, nos llevan a la conclusión de que estos libros son más que puros libros de historia. Su finalidad es religiosa: han sido escritos por creyentes que intentan dar a conocer o afianzar la fe en Jesús. Decimos, por lo tanto, que los evangelios son esencialmente libros religiosos y, con ello, pensamos que estamos mucho más cerca de la realidad que si decimos que son libros de historia.
La cuestión precedente hace surgir una segunda pregunta: Puesto que la finalidad que persiguen los evangelios es religiosa, ¿será histórico, esto es, habrá sucedido realmente cuanto narran acerca de Jesús? Respondemos de manera muy general afirmando que lo que se narra en los evangelios acerca de Jesús es sustancialmente histórico. La justificación de esta respuesta nos viene de los motivos o razones por los que se escribieron estos libros y de las fuentes de información de que sirvieron sus autores.
Hay un hecho importante y es que entre la muerte de Jesús y la época en que se redactaron los evangelios transcurren, más o menos, entre 40 y 65 años. Lo sucedido en este entretiempo es sencillo de comprender: Jesús murió ajusticiado por las autoridades romanas; los discípulos quedaron sobrecogidos y defraudados por el fracaso de Jesús, sus esperanzas parecieron hundirse tras la muerte del Maestro; es en ese momento cuando tienen la experiencia excepcional de que Jesús vive; lo anuncian así por todas partes y surgen los primeros grupos que creen en la palabra de los discípulos. Se trata de las primeras comunidades cristianas.
Estos primeros cristianos debieron de comenzar a sentir muy pronto la necesidad de conocer más y más lo que Jesús había hecho o dicho. Lo necesitaban para comprender en profundidad el mensaje de Jesús y para hallar en sus palabras y conductas la guía que necesitaban en las nuevas situaciones en que vivían cada día. Lógicamente hubieron de recurrir a los únicos que podían informarles, es decir, a quienes habían convivido con Jesús y vivían todavía entre ellos. Este es el punto de partida de la información acerca de Jesús contenida en los evangelios .
Nos hacemos una nueva pregunta: ¿es posible que se hayan inventado historias para satisfacer la curiosidad o la piedad de quienes preguntaban, para hacer una apología de Jesús o para dirigir la vida de las comunidades cristianas primeras en una dirección prefijada? Es improbable. Lo sucedido era todavía muy reciente cuando comenzaron a circular por las comunidades cristianas las primeras tradiciones acerca de lo que Jesús hizo y dijo. De ser falsas, esas tradiciones hubieran podido ser contradichas por muchas personas que todavía vivían y se encontraban formando parte de esas comunidades cristianas. Lo que no sucedió.
Al decir que los evangelios son básicamente libros religiosos, queremos decir lo siguiente: cuanto se narra en los evangelios se narra por quienes tienen la convicción de que Jesús ha resucitado y vive, de que es el Mesías e Hijo de Dios. Esta convicción está siempre presente en todo lo que narran acerca de la historia de Jesús; en otras palabras, la resurrección de Jesús, su mesianidad y filiación divina son el punto de vista desde el que son presentados los dichos y hechos de Jesús. Tenemos asi unos hechos y su interpretación, que es la interpretación dada Dor un crevente cristiano.
¿Cómo se formaron los evangelios? Las tres etapas de su composición
Hemos dicho que, entre la fecha de la muerte de Jesús y la composición final de los evangelios, pasan entre 40 y 65 años. Nos preguntamos: ¿Qué sucedió en esos decenios? La pregunta tiene sentido, pues los Evangelios no se escribieron de la misma forma en que suele escribirse hoy un libro que narre sucesos pasados. Los análisis minuciosos que han hecho los especialistas bíblicos en los textos evangélicos han llevado a distinguir varias etapas en la formación de los evangelios.
Disponemos de un texto significativo acerca de cómo se fueron escribiendo los textos evangélicos. Proviene del prólogo o introducción del Evangelio de Lucas. Su texto merece un análisis:
"Excelenlisimo Teófilo:
Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo lo que nos han transmitido los que fueron testigos desde el principio y luego se hicieron predicadores del mensaje. Por eso yo también, después de investigarlo todo cuidadosamente desde los orígenes, he resuelto escribírtelo por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibí".(Lc 19 1-4)
Del texto destacamos los siguientes puntos:
o Primero, se presupone que se han dado unos hechos históricos protagonizados por Jesús y que tales hechos tuvieron unos testigos oculares de excepción.
o Segundo, se indica que la narración de esos hechos, una narración que es sin duda conocida por Teófilo a quien escribe Lucas, proviene de esos testigos de lo ocurrido. Se añade que aquellos testigos se han hecho predicadores del mensaje cristiano.
o Tercero, se reconoce que son muchos los que han intentado componer un relato sobre lo ocurrido.
o Cuarto, Lucas, después de investigar lo sucedido, intenta hacer un libro bien organizado.
o Quinto, se indica con claridad la finalidad de la obra: conocer la solidez de las enseñanzas recibidas.
La información examinada hasta aquí es la que proviene del prólogo del Evangelio de Lucas. Los mismos evangelios proporcionan otras informaciones, sobre todo al analizar comparativamente su contenido. Según esto, sabemos que, antes de que aparecieran los evangelios en forma de libros, los materiales narrativos que los componen pasaron por etapas diferentes:
A) Etapa oral
Etapa oral es la época en que no había texto escrito alguno y en la que toda referencia a Jesús se hacía oralmente. Después de la experiencia que tuvieron los discípulos de Jesús sobre su resurrección, estos se lanzaron a anunciarlo por todas partes. Las referencias a Jesús no pudieron limitarse al anuncio de su resurrección y a proclamar que era el Mesías; tuvieron, ya desde muy temprano, que ser ampliadas para repetir sus enseñanzas y contar io que fue su actuación. Es natural pensar que en los primeros años, nada de esto estaba escrito. Por otra parte, no se debe olvidar un hecho importante: en aquellos tiempos la mayoría de la gente no sabía leer ni escribir, por lo que el lenguaje escrito tenia menor importancia que el hablado.
Al ser la sociedad del siglo I una sociedad en su mayoría iletrada, tanto la del mundo judío como del greco-romano, la figura del narrador de historias o poemas tenia importancia especial. El narrador oriental, sobre todo, no sólo repetia relatos, sino que, al contarlos, los recreaba de alguna forma volviendo a la vida lo narrado.
Es fácil encontrar en los mismos textos evangélicos pasajes que nos transportan a esa etapa primitiva en la que palabras o hechos de Jesús aparecen recompuestos de forma vivaz. Encontramos también en acción la utilización de leyes mnemotécnicas que hacen fácilmente repetible una enseñanza después de una primera audición.
B) La etapa de las colecciones escritas
Para comprender lo sucedido en relación con las fuentes documentales de los evangelios, hay que recordar algunos datos históricos que nos lo harán fácilmente comprensible.
La Iglesia , nació en Palestina. Los primeros años de su vida no hubo necesidad de contar con documentos escritos acerca de Jesús, pues había discípulos y personas que lo habían conocido mientras vivió y podían contar su experiencia .
Pero según nos distanciamos en el tiempo y a medida que la Iglesia se fue extendiendo por territorios cada vez más alejados de Palestina, ya no se podía acudir en todas partes a esos testigos oculares de lo ocurrido. Hubo necesidad de disponer de esos «recuerdos» de lo hecho y dicho por Jesús. Se recurrió entonces a las tradiciones iniciales que tuvieron que ser puestas por escrito. También parece probable que fueran traducidas al griego, pues aunque en Palestina se hablaba el arameo, era ya el griego la lengua de la mayoría de los cristianos. Los recuerdos de Jesús contenían tanto enseñanzas como episodios vividos Es así probable que se hicieran dos colecciones, una de dichos o enseñanzas de Jesús, y otra de hechos.
Los evangelios actuales contienen indicios sobre lo que pudo suceder: vemos que el Evangelio de Marcos está formado básicamente con informaciones sobre lo que Jesús hizo. Probablemente, su autor dispuso de una o varias colecciones de hechos de Jesús. Los Evangelios de Mateo y Lucas repiten casi en su totalidad el contenido del Evangelio de Marcos, pero añaden conjuntos de enseñanzas de Jesús que no aparecen en Marcos. Con toda probabilidad dispusieron de otra fuente de información de que no dispuso Marcos, una o varias colecciones de dichos de Jesús.
C) La etapa de la redacción final de los Evangelios
De los cuatro evangelios, los tres primeros se parecen bastante, mientras que el de Juan es muy diferente. Fue escrito más tarde que los tres primeros y, o no conoce los tres anteriores, o prescinde conscientemente de sus informaciones. Los tres primeros se denominan, por sus semejanzas, Evangelios Sinópticos.
Los autores de los evangelios utilizaron documentos preexistentes, que tales documentos contenían los «recuerdos» de discípulos de Jesús que habían convivido con él, y que esos documentos se referían unos a enseñanzas del Maestro y otros a hechos ocurridos. Con estos datos, cada evangelista compuso su Evangelio teniendo en cuenta unos destinatarios específicos a los que dirigía su obra. No es, sin embargo, clara la relación que pudo haber existido entre un Evangelio y otro.
Parece evidente que los evangelios empezaron a ser redactados en época bastante próxima a Jesús; sin embargo, las fuentes documentales utilizadas por los evangelistas son aun anteriores y nos sitúan con toda probabilidad en el decenio inmediato que siguió a la muerte de Jesús. Todo ello demuestra que la antiguedad de la información de que disponemos sobre Jesús es realmente importante, lo que es un dato en favor de su autenticidad.
Los Evangelios Sinópticos
Sabes ya cuáles son los Evangelios Sinópticos: los de Mateo, Marcos y Lucas. Sabes también que los autores de esos Evangelios dispusieron de fuentes documentales para su redacción. Damos ahora un paso más para intentar aclarar si entre estos tres Evangelios se da alguna relación de dependencia. Llamamos a esta cuestion problema sinóptico.
El problema sinóptico. Consiste en tratar de explicar las semejanzas y las diferencias que se aprecian entre estos tres Evangelios. El siguiente grafico muestra los materiales comunes y propios de cada uno de los evangelios. Las cifras se refieren a los versículos en que están divididos los textos bíblicos:
TOTAL COMUNES PROPIOS
Mateo 1.070 740 330
Marcos 677 609 68
Lucas 1.158 617 541
Puntos de partida para explicar las diferencias y las semejanzas entre esos tres evangelios.
o Es seguro que los evangelistas dispusieron de fuentes documentales escritas.
o Esas fuentes documentales tuvieron que contener dos tipos de información: una que narraba hechos de Jesús, y otra que contenía sus dichos o enseñanzas. Esto se deduce de que, mientras los tres coinciden sustancialmente en la narración de los hechos, no sucede lo mismo con los dichos.
o La narracion de hechos es lo que más abunda en el Evangelio de Marcos y ese material está en su mayoría presente en los otros dos Evangelios, los de Mt y Lc. Se deduce de aquí que tanto Mt como Lc, o conocieron el evangelio de Marcos, o tuvieron delante la fuente de información escrita utilizada por Mc.
o Los Evangelios de Mt y Lc dispusieron cada uno de otra fuente de información de que no dispuso Mc. Esta información contenía, sobre todo, dichos o enseñanzas de Jesús.
o Finalmente, tanto Mt como Lc tuvieron sus propias fuentes de información, de las que no dispuso ninguno de los otros evangelistas. Hay narraciones, como las de la infancia de Jesús, que sólo aparecen en uno de los dos Evangelios (Mt y Lc).
La estructura topográfico-literaria de los Evangelios Sinópticos
Con la expresión estructura topográfico-literaria se indica la forma en que fue organizada la información sobre Jesús disponible por parte de los autores de los Evangelios. Lo narrado tenía por escenario partes diferentes de Palestina recorridas por Jesús durante su vida. Le resultaba facil a un escritor organizar todos esos materiales por regiones. Así parece que se hizo. Lo ocurrido en la zona norte-Galilea y territorios próximos-fue reunido y figuró en la primera parte de los Evangelios. Lo ocurrido en la parte central de Palestina-Samaría, sobre todo-fue colocado a continuación. Finalmente, encontramos los relatos de los sucesos que tuvieron lugar en Judea-Jerusalén, en particular-donde se produjeron los sucesos finales de la vida de Jesús.
Todo parece dispuesto como si la vida pública de Jesús se hubiera desarrollado de forma lineal: inicia su actuación en Galilea y va luego caminando hacia Jerusalén donde muere. Esta es la razón por la que, según los Evangelios Sinópticos, la vida pública de Jesús podría haber durado un año. El Evangelio de Juan da, en cambio, más informaciones, según las cuales Jesús baja a Jerusalén varias veces a lo largo de su carrera pública. Según este Evangelio, la vida pública de Jesús habría durado cerca de tres años
Palestina se dividide en tres grandes areas, que son las que corresponden a los tres bloques de material evangélico ya señalado.
Igual distribución tiene el itinerario seguido por Jesús en su vida pública: parte de Nazaret, aldea en la que vive; va hasta el norte del Mar Muerto, lugar donde es bautizado por Juan el Bautista; regresa a Galilea donde realiza su predicación más importante y, a partir de aquí, inicia su descenso hacia Judea y Jerusalén, atravesando las zonas centrales de Samaria.
Es evidente que ningún historiador moderno organizaría los materiales documentales de que dispone ateniéndose a un esquema geográfico. En los Evangelios predominan criterios didácticos, más que histórico-cronológicos. Es una forma de narrar legitima en si misma. Habrá, sin embargo, que prestarle atención, pues la secuencia de lo narrado se hace cuestionable. Hechos colocados, por ejemplo, en la primera parte de los evangelios pudieron haber sucedido al final y viceversa. Esto ti afecta, sin embargo, a la historicidad de las enseñanzas o narraciones de hechos contenidos en los evangelios. Cada uno de ellos tendra que ser estudiado por separado. con independencia del lugar que ocupe en la trama general del evanqelio.
El Evanqelio de Juan
Se supone que Juan, el autor del cuarto Evangelio, es Juan el discípulo y apóstol de Jesús. Desde tiempos muy antiguos se le atribuye la paternidad del cuarto Evangelio. Sin embargo, es probable que hayan sido discípulos suyos los que dieron la última mano a un texto evangélico anterior, escrito posiblemente por Juan, el discípulo de Jesús. La redacción final de este Evangelio se sitúa entre los años 95 y 100.
No se sabe a qué grupo de cristianos iba dirigido este Evangelio. Quien lo escribió, no obstante, conoce bastante bien la cultura griega y está familiarizado con su pensamiento. Demuestra también un buen conocimiento de la religión y textos religiosos del judaísmo, es decir, el Antiguo Testamento.
El Evangelio de Juan difiere de los otros tres Evangelios. Son muy pocos los episodios narrados por este Evangelio que se encuentren en los Evangelios Sinópticos. Su modo de narrar difiere también: los dichos o enseñanzas de Jesús aparecen en largos discursos o diálogos amplios; hay en él una reflexión religiosa o teológica profunda de la que no hay indicios en los otros Evangelios; echa mano constantemente de metáforas como la de la vida, el agua, la luz, el pan, etc. para construir su presentación del mensaje de Jesús; ama las grandes síntesis doctrinales que desarrolla en discursos de Jesús muy amplios. Tiene, sin embargo, en común con los Evangelios Sinópticos la narración de la pasión y muerte de Jesús, donde los cuatro evangelios se parecen mucho
Hemos prestado atención hasta aquí a los Evangelios en cuanto son los escritos fundamentales acerca de la actividad y mensaje de Jesús.
Otros escritos del Nuevo Testamento que completan las fuentes documentales del Cristianismo primitivo.
El libro de los Hechos de los Apóstoles
Lo citamos en primer lugar porque, aunque fue escrito con. posterioridad, narra la historia del nacimiento del Cristianismo y de su expansión hasta el último cuarto del siglo primero.
El autor. Es el mismo que escribió el tercero de los Evangelios, esto es, el compañero y seguidor de San Pablo, un médico llamado Lucas. Este libro va precedido por una introducción en la que volvemos a encontrar al personaje al que fue dedicado el texto del Evangelio, Teófilo. Merece la pena que te fijes en este prólogo o introducción:
" En mi primer libro (se refiere sin duda al Evangelio), querido Teófilo, traté de todo lo que hizo y enseñó Jesús desde el principio hasta el día en que, después de dar instrucciones a los apóstoles que habia escogido movido por el EspEritu Santo, se lo llevaron". (Hch 1. 1-2)
La fecha de composición.
La fecha de composición de este libro es posterior en unos diez años a la del Evangelio. Nos encontramos, por lo tanto, hacia los años 80-90 d. de C.
El contenido.
El autor está básicamente interesado en describir la expansión del Cristianismo por el mundo. Por eso narra con detenimiento los acontecimientos más importantes que se produjeron en aquellos primeros decenios. Presta el autor también mucha atención a la apertura del Cristianismo a gentes de origen pagano, es decir, a personas que ni étnica ni linguisticamente eran judías.
En los primeros capítulos, a la par que describe la vida de las primeras comunidades cristianas, traza con ello un perfil de la comunidad cristiana ideal, cuyos miembros se aman entre si', se ayudan, siguen las enseñanzas de Jesús y celebran juntos la Cena del Señor. Deja constancia también de los problemas más graves que surgieron entonces en estas comunidades, especialmente las relacionadas con la incorporación de no judíos a la comunidad cristiana.
A partir del capítulo noveno, el libro centra toda su atención en la figura de San Pablo y narra detenidamente su actividad misionera.
Las Cartas de San Pablo
Constituyen un importante conjunto de escritos del Nuevo Testamento en los que San Pablo se dirige a alguna de las primeras comunidades cristianas de diferentes ciudades del Imperio Romano. En ellas, el autor pretende enseñar o completar las enseñanzas primeras recibidas por aquellos cristianos, despejar sus dificultades V alentarlos a seguir fieles al mensaje recibido.
El autor. Es naturalmente San Pablo, figura que intervino de manera decisiva en la historia cristiana del siglo I y que, a través de sus Cartas, ha seguido interviniendo en el Cristianismo desde entonces.
«De perseguidor de la Iglesia a discípulo y testigo de Jesús», ésta podría ser la frase que. condensara el itinerario de esta figura histórica. Nació entre los años cinco y diez de nuestra era, en Tarso, ciudad de cultura griega, situada en el Sur del Asia Menor, no lejana de Siria ni del Mediterráneo. Su cultura y lengua de origen eran doble, pues hablaba el griego y conocía esta cultura y, al mismo tiempo, siendo como era judío, dominaba la lengua y pensamientos hebreos. Poseía el derecho a la ciudadanía romana. Era fariseo y había cursado sus estudios en Jerusalén bajo la tutela del famoso rabino Gamaliel.
Vivía todavía en Jerusalén cuando el Sumo Sacerdote del judaísmo le encomendó la tarea de ir a Damasco a detener a los cristianos que allí había. En el camino hacia Damasco tuvo lugar el encuentro que iba a transformar su existencia. Le salió el paso Jesús resucitado. A partir de ese momento su transformación fue total, de perseguidor de los discípulos de Jesús se transformó en discípulo también y en el más notable difusor del mensaje de Jesús entre los paganos.
Las Cartas escritas por San Pablo a diversas comunidades cristianas son buen testimonio de la transformación por él vivida. Se pensaba que el propio San Pablo había escrito las 14 Cartas que se le atribuyen. Hoy los especialistas son más cautos, siendo puesta en cuestión la autoría paulina de algunas de ellas.
El resultado de las investigaciones llevadas a cabo por los estudiosos es el siguiente: son indudablemente de San Pablo las Cartas a los Romanos, la 1^ y 2 a los Corintios, la Carta a los Gálatas, la dirigida a los cristianos de Filipos, la 1& a los cristianos de Tesalónica y el billete a Filemón. Las demás Cartas no parecen haber sido escritas por el mismo San Pablo, aunque pertenezcan a su circulo de pensamiento, conocido como «escuela de San Pablo».
Las cartas católicas.
A diferencia de las cartas de San pablo, estas están destinadas a cristianos en general. De ahí su nombre de católicas, la palabra católica es su sentido etimológico, significa universal.
Están escritas a finales del siglo I y principios del II. Los autores a quienes se les atribuyen son varios apóstoles y discípulos: santiago, Pedro, Juan y Judas.
El Apocalipsis
Es el único libro del Nuevo Testamento, que pertenece al género apocaliptico. Utiliza un lenguaje metafórico y simbólico y describe la situación de la Iglesia como una batalla entablada entre ella y el poder político del Imperio Romano.
Su composición se situa entre el año 90 y el 100 d. De Cristo, en la época del emperador Domiciano.
A modo de resumen.
1. El Nuevo Testamento es, para todo cristiano, una parte de la Biblia. Texto, por lo tanto, fundamental, como lo es el Antiguo Testamento para la religión de Israel. El Nuevo Testamento contiene la palabra autorizada de primeros discípulos de Jesús que narraron lo ocurrido, transmitieron sus enseñanzas y fundaron la Iglesia.
2. El Nuevo Testamento está formado por 27 libros o escritos, cada uno de los cuales tiene su forma peculiar de narrar o enseñar, es decir, su propio género literario. Es frecuente encontrar en estos libros o escritos fragmentos anteriores a los de su redacción, que recogen textos de géneros literarios diferentes, como documentos litúrgicos o cúlticos, didácticos, himnos, etc.
3. Los libros del Nuevo Testamento, tal como. hoy los leemos, se fueron redactando en un espacio de tiempo de algo mas de 50 años, entre el año 50 d. de C. y finales del siglo I o comienzos del II .
4. Pueden detectarse tres ejes fundamentales coincidentes en el Nuevo Testamento: la referencia a lo ocurrido a Jesús y su actuación; los enunciados básicos de la fe cristiana explicada y comentada en sus implicaciones doctrinales, y la descripción de la Iglesia, su nacimiento y primeros pasos, su estructura y misión y el hecho de ser una comunidad de salvación.
5. Sobresalen entre los escritos del Nuevo Testamento los Evangelios que no son puros libros de historia o biografías de Jesús, sino los recuerdos de su actuación y enseñanza transmitidos por sus primeros discípulos después de que él hubiera muerto y resucitado.
6. Esos recuerdos tuvieron vida propia en las comunidades cristianas antes de que pasaran a ser redactados en forma de libros por los evangelistas. Los Evangelios son cuatro, tres bastante parecidos y uno del todo independiente, el cuarto Evangelio.
7. Integran también el Nuevo Testamento otros escritos importantes. El libro de los Hechos de los Apóstoles narra la forma en que surgió la Iglesia y su expansión. Las Cartas de San Pablo son textos didácticos en los que se profundiza sobre el significado de la fe cristiana en Jesús. Las Cartas Católicas, escritas por varios apóstoles a la Iglesia entera, profundizan igualmente en el sentido y consecuencias de la fe.
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