Betania es el
lugar donde encontramos a Marta que servía y a María que escuchaba con
atención a Jesús.
La cena estaba lista, encontramos que Lázaro estaba a
la mesa con ellos.
Es la casa de la acogida de Dios, es el lugar donde
Dios nos ofrece la posibilidad de acogerlo, recibirlo,
de descubrir todo lo que nos ofrece,
también es el lugar de la respuesta a Dios.
Objetivo.
Entendemos que comunicar la alegría que se produce en el encuentro con la
Persona de Cristo, Palabra de Dios presente en medio de nosotros, es un don y
una tarea imprescindible para la Iglesia
Nos proponemos hacer
todos juntos un humilde y valiente examen de conciencia para reconocer nuestros
temores y nuestros errores, para confesar con sinceridad nuestras lentitudes,
omisiones, infidelidades y culpas. En
vez de adoptar actitudes huidizas de desaliento. Pero siempre, pase lo que pase amando a la
Iglesia de Jesucristo. Y “un amor
realista de la Iglesia implica necesariamente recibir los golpes y llevar las
llagas… Así le abrimos paso a la vida de Dios” ( Madeleine Delbrêl
mística francesa).
Desde este amor a la Iglesia tenemos como objetivo prioritario la oración
por los sacerdotes, responsables ordenados y consagrados para hacer cotidiana
Palabra y la realidad sacramental de la Iglesia.
Pretendemos que sean
encuentros con el Maestro, teniendo como modelo la “Casa de Betania” del
Evangelio.
Betania es el lugar donde Jesús pasaba
las noches. Este es el lugar donde encontraba reposo. Betania es el lugar donde encontramos a Marta que servía y
a María que escuchaba con atención a Jesús. La cena estaba lista, encontramos
que Lázaro estaba a la mesa con ellos.
Es la casa de
la acogida de Dios, es el lugar donde Dios nos ofrece la posibilidad de
acogerlo, recibirlo, de descubrir todo lo que nos ofrece, también es el lugar
de la respuesta a Dios.
Constitución y funcionamiento de nuestros
Cenáculos.
-
Cuidar
la actitud oyente y orante desde los textos bíblicos de los tiempos litúrgicos.
-
La
oración recomendada para nuestros grupos es la Lectio divina.
La lectura orante de la Palabra, realizada en comunidad,
nos pone en sintonía con la voluntad de Dios. Es un ejercicio clave para el
crecimiento en la fe. La fuerza de la comunidad nos alienta para encontrar en
los textos la fuerza del Espíritu. Todos aprendemos juntos y nos enriquecemos
con el aporte de cada uno. Existen muchos métodos de lectura orante.
Simplificando al máximo podemos decir que los siguientes cuatro pasos son los más comunes:
Lectura
-
En el caso de que no se haga como oración la
“Lectio divina”, se puede hacer una reflexión comunitaria, donde cada miembro
voluntariamente comparte lo que le inspira el Santo Evangelio.
-
La oración
de la Iglesia: Liturgia de las Horas.
-
Otras
formas de oración
Si se reza el
Rosario que sea profundamente meditado (abierto a la oración de petición y de
intercesión).
El Rosario, precisamente a partir de la experiencia de María, es una oración marcadamente
contemplativa. Sin esta dimensión se desnaturalizaría. Como subrayó Pablo VI:
Sin contemplación, el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro
de convertirse en mecánica repetición de fórmulas y de contradecir la
advertencia de Jesús: “Cuando oréis, no seáis charlatanes como los paganos,
que creen ser escuchados en virtud a su locuacidad” (Mt 6,7).
Por su
naturaleza, el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso
que favorezca, en quien ora, la meditación de los misterios de la vida del
Señor, vistos a través del corazón de Aquella que estuvo más cerca del Señor, y
que desvelen su insondable riqueza”. El Rosario es a la vez meditación y
súplica. La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de
que su materna intercesión lo puede todo ante el corazón de su Hijo.
-
.................
-
El criterio de selección depende de las
personas. Hay que tener en cuenta que parte de la vida del grupo es la
formación en la oración, por lo que se pueden compartir distintas formas,
procurando siempre cuidar la oración bíblica como se ha indicado antes.
Organización del grupo
y de los encuentros.
-
Preparad el lugar para la oración.
-
Una mesa y sobre ella:
-
Un cirio.
-
Un Icono de Jesús. También puede haber una
imagen de la Virgen, discreta y a tono con el Icono.
-
Una Biblia abierta con el evangelio del
día, que deberá ser leído al comienzo, después de la
invocación.
-
Esquema general del encuentro, Una vez constituido el grupo
se le debe dar forma concreta y creativa.
-
*
Ambientación – (Según las orientaciones
propuestas a continuación).
-
Saludo
inicial.
-
*
Invocación al Espíritu.
-
Desarrollo
de la oración, según lo elegido.
-
Tiempo
de silencio seguido de peticiones alabanza o acción de gracias, sobre todo por
las obras de misericordia del Señor en cada uno..
-
*
Padre Nuestro
-
*
Abrazo de paz.
-
Oración
final.
Nota: Pueden incluirse los
cantos que se crean oportunos, en los momentos adecuados..
-
Saludo inicial.
-
V.Dios
mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
-
Invocación del Espíritu Santo.
Es importante orar al Espíritu Santo para que
descienda sobre el grupo de orantes.. Cuando uno se
deja llevar por el Espíirtu lo tiene todo. La gente
se equivoca al invocar solamente a los Santos cuando piden algo.
El Espíritu Santo es quien nos guía siempre en el
camino de la Santidad. San Pablo nos explica que no puede haber autentica
oración sin la presencia del Espíritu en nosotros. En efecto, escribe: “El
Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es
debido; pero el Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables…” (Rm 8, 26-27)
-
Desarrollo de la oración, según lo
elegido.
-
El tiempo
de oración no debe de pasar de una
hora.
Podemos hacer una oración final o canto a la Virgen,
recordando la presencia de María en los cenáculos iniciales de la Iglesia. .
Agradezcamos siempre, la posibilidad de participar en
un grupo de oración, tal como se ha hecho desde las primeras comunidades
cristianas. De esta manera podemos hacer experiencia de lo que Jesús dijo en el
evangelio, “donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estaré yo”. (Mt
18, 20)
-
El grupo
mínimo tres personas, máximo no mas
de 10. Esto permite crear grupos con situaciones personales distintas y al mismo tiempo afines.
En
cada grupo debe haber un responsable-coordinador
que avise o recuerde a todos el día y
hora de la oración por lo menos al principio o si se decide cambiar de lugar de oración.
-
También para esto se puede hacer una
cadena). La duración se recomienda que sea anual, siguiendo los años
litúrgicos, de Adviento a Adviento.
-
Un responsable
del día que dirija la oración que
puede ser rotativo.
Es conveniente cada cierto tiempo preparar una merienda o cena compartida, es una forma de situarnos en el ambiente familiar de la "Casa de Betania", es también un tiempo de intimidar mas.
Más
Información:
Rafael Pla Telefonos. 659 826
555 -963303184.
Sitios para cuidar nuestra oración.:
Cenáculo de
Betania:
http://cenaculo.webcindario.com
https://www.facebook.com/#!/groups/114429198581598
(Para buscarlo en facebook
poner Cenáculo de Betania).
Blog
sobre oración:
http://tabor-intimidadconelseor.blogspot.com/
Asociación "
Sacra virginitas"
http://www.sacravirginitas.org
Correo: web@sacravirginitas.org
Asociación Publica de fieles «Ad virginitatem
sacram promovendam »
http://www.betaniajerusalen.com
Correo: betania@betaniajerusalen.com
Boletín:
"Camino a Betania".
De Jerusalén a Betania: Caminos de vida
cristiana.